Desde abril estábamos esperando el veredicto del jurado. Más de 170 propuestas fueron seleccionadas para ganar el Premio Nacional de Arquitectura, y dos de las seleccionadas son almerienses: Los Jardines Mediterráneos de La Hoya y el Museo Arqueológico.
Al fin, el jurado del Comité de Expertos de los Colegios Oficiales de Arquitectos y Consejos Autonómicos se ha pronunciado, y el barrio de la Hoya se ha llevado este título de oro por su renovada Alcazaba, su explanada y sus jardines.
Los arquitectos responsables del proyecto son Vicente Manuel Morales Garoffolo y Juan Antonio Sánchez Muñoz, del estudio Kauh Arquitectura y Paisajismo.
El Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) ha destacado de las propuestas seleccionadas su innovación y calidad, por su impacto positivo en la mejora del bienestar colectivo y el refuerzo cultural del patrimonio.
Valorando todos estos puntos, el jurado ha decidido premiar la obra de Morales Garoffolo y Sánchez Muñoz “por su excelencia en la lectura de su contexto histórico, paisajístico y social, por la sensibilidad y calidad en el manejo de su construcción, con recursos muy limitados en lo económico y por la capacidad de los autores en recuperar un espacio natural con una rica historia que había sufrido a lo largo de decenios un alto grado de degradación».
En esta edición se han presentado un 15% más de candidaturas respecto a 2023: en total, unas 500 obras fueron seleccionadas, y 178 han sido las que han llegado a la fase final del concurso compitiendo por este premio nacional.
En esta última fase se encontraban 97 obras de edificación, 31 propuestas de divulgación, diversificación e innovación, 22 de planificación urbana, territorial y espacio público, 18 de interiorismo, 11 de arquitecturas mínimas o efímeras y 5 de paisaje.
Es en esta última categoría donde los Jardines de la Hoya han sido laureados con tan prestigioso título.
El jurado del CSCAE recuerda que la sostenibilidad es un valor intrínseco a la rehabilitación de este paisaje histórico, con técnicas constructivas propias del entorno y materiales naturales a favor de la «integración armoniosa de la intervención con su entorno, entonando con su atmósfera, dialogando con su forma y adaptándose a sus escalas.
El resultado es un hábitat compartido entre personas y naturaleza, un lugar amable y accesible para la ciudadanía y un refugio de naturaleza».
A las puertas de alzarse con este premio ha quedado la otra candidatura almeriense que también fue seleccionada para la final: el Museo Arqueológico Almería. No obstante, el museo seguirá disputando el título en próximas ediciones.