Conocemos muchas playas en todo el mundo que tradicionalmente han llamado la atención por la bioluminiscencia de sus aguas.
Un fenómeno muy común en las costas de México, Costa Rica, Australia, Vietnam, Nueva Zelanda, e incluso Galicia, que ahora de la forma más inusual ha llegado a Almería.
En Murcia y Granada también hemos visto en alguna ocasión esta maravilla de la naturaleza. Aunque no es la primera vez qué sucede en Almería, sí sabemos que la bioluminiscencia en las playas del Zapillo no es algo común.
Te contamos en qué consiste la bioluminiscencia de las playas, por qué se produce y en qué playas del mundo podemos encontrarnos con este fenómeno (además de en Almería)
¿Qué es la bioluminiscencia?
En el mar, como en cualquier otro sistema ambiental, residen organismos vivos que interactúan entre sí, y estas interacciones pueden provocar diferentes reacciones.
Algunos seres vivos, normalmente en el hábitat marino, producen una reacción química por la que se desprende energía y esta se transforma en luz. A este proceso se le conoce como bioluminiscencia.
Aunque este fenómeno puede producirse a cualquier hora del día, la mayoría de las veces será más fácil verlo durante la noche, que es cuando esta luz azul destaca más. Lo podemos ver en la playa, sobre todo en la orilla y en el rompeolas.
Bioluminiscencia en Almería
Muchos medios han señalado en alguna ocasión la bioluminiscencia marina en la costa de Almuñecar (Granada) y Águilas (Murcia)
Entre medio, Almería ha pasado desapercibida. Pero por fin tenemos material audiovisual que se ha hecho eco de este fenómeno en la misma playa del Zapillo.
Hace poco, algunos investigadores de la Universidad de Almería descubrieron luminiscencia en el municipio de Tabernas. Obviamente no se trataba de luminiscencia marina, sino de luminiscencia en las propias rocas del desierto.
La gama cromática entre colores anaranjados y violetas que pudimos ver en el desierto más grande de Europa fue un hallazgo geológico inesperado y que en ningún caso pensamos que también pudiera darse en nuestras costas.
Aunque no ha sido un espectáculo tan especial como el que hemos visto en playas del Atlántico, algunas playas de Almería como Garrucha y la Playa del Zapillo también han sorprendido con su juego de luces marinas.
En Almería hemos visto este fenómeno muy pocas veces, por eso cuando se da no pasa desapercibido. Aquellos con suerte que se han encontrado con esta playa bioluminiscente en Almería habrán disfrutado de un espectáculo insólito en la provincia.
¿Por qué se produce la bioluminiscencia marina?
Toda la cadena de procesos que tiene lugar hasta desembocar en luminiscencia no es fácil de explicar, así que vamos a sintetizar cómo se produce la bioluminiscencia en el mar:
La enzima luciferasa promueve una interacción química entre el oxígeno y la luciferina, y la reacción de estas moléculas entre sí se transforma en energía. Esta energía química se libera como energía lumínica.
Pero este proceso no solo se da en los organismos marinos; podemos verlo en todo tipo de hábitats en hongos, bacterias, gusanos… Aunque esta luz en el agua es la forma más común y la que más nos llama la atención.
Aún entendiendo todo este proceso, el fenómeno de la bioluminiscencia aún no tiene una base científica clara que explique su origen.
Lo que sí esta claro es que es todo un espectaculo de color que ya se ha dado en muchas playas del mundo, y entre estas playas bioluminiscientes también está Almería.
En Japón por ejemplo tenemos la bahía de Toyama, donde son muy populares los calamares luciérnaga, cuyo brillo nocturno atrae muchísimos turistas cada año y tiñen de azul las costas.
En las islas Maldivas también es famoso este fenómeno, donde el plancton que llega al rompeolas también transforma su energía en luces azules de una belleza incalculable.
Pero no tenemos que irnos tan lejos para encontrar playas bioluminiscentes famosas. En España, en las playas atlánticas de A Coruña, estas noches iluminadas suceden con frecuencia.
Algunas de las costas gallegas que nos deleitan con sus rompeolas de brillo azul son la Playa de O Ézaro, Playa de Seiruga y la Playa de Balarés.
Ahora, por fin, parece que este fenómeno también desembarca en Almería.
